Ahora que salgo, dejaré una puerta abierta...

3.8.09

Creo en tí alma mía.



Recuerdo cómo yacimos juntos cierta diáfana mañana de verano,cómo apoyaste tu cabeza en mi cadera y suavemente te volviste hacia mí, y apartaste la camisa de mi pecho, y hundiste la lengua hasta mi corazón desnudo, y te extendiste hasta tocarme ,y te extendiste hasta abrazar mis pies.


Prontamente crecieron y me rodearon la paz y el saber que rebasan todas las disputas de la Tierra, y sé que la mano de dios es mi prometido.